Con fe y devoción, la oración a la Santa Muerte para el dinero me guía hacia la prosperidad financiera y la estabilidad económica.
Oración a la Santa Muerte para el Dinero
¡Oh, Señora mía!
Muerte apreciada de mi corazón, abrígame de tu protección, en la noche y el día.
Yo te pido que ilumines mi caminar hacia el éxito
la prosperidad y la fortuna, que a través de esta llama bendita
lleguen todas las oraciones que pido hacia a ti.
Niña Blanca tu mejor que nadie conoces el sufrimiento
que hemos pasado, aquellos que aun permanecemos en este mundo terrenal,
bien sabes que requerimos de un hogar, ropa y sustentos.
¡Ayúdanos!
Para que en nuestro bolsillo llegue dinero necesario para adquirirlo,
tú que gobiernas, más allá del bien y el mal,
concédenos tu bendito favor.
Si es que he venido a tu altar para pedir ayuda
es que no me queda más que acudir a tu magnifica presencia,
Santa Muerte, requiero una cantidad enorme para cubrir mis gastos,
no pido ayuda para solventar vanidades o vicios
me he encomendado a tu gran caridad pues estoy en una urgencia
requiero de dinero para cubrir mis pagos.
Oh, Divina Niña Blanca,
ten en cuenta que de tu ayuda necesito, muy desesperadamente,
no puedo conseguir el dinero que necesito
a tu bondad yo me remito.
Amén
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¿Cómo se reza la oración a la Santa Muerte?
Para rezar a la Santa Muerte, es importante tener un espacio tranquilo y enfocarse en tu intención. Antes de comenzar, reflexiona sobre lo que necesitas: protección, guía o fortaleza. Concéntrate en tus deseos más profundos y en tu fe en la Santa Muerte como protectora y mediadora espiritual. Algunas personas encienden velas blancas como símbolo de pureza y devoción.
Mientras rezas mentalmente o en voz alta, mantén una conexión emocional con la figura de la Santa Muerte. Expresa tu gratitud, pide su protección y solicita su ayuda en tus desafíos personales. Mantén una mente abierta y llena de fe en la capacidad de la Santa Muerte para interceder en tu nombre.
Recuerda que la oración es una expresión íntima de tu relación con lo divino, así que siéntete libre de adaptarla a tus sentimientos y necesidades específicas. Al finalizar, agradece por su atención y guía, manteniendo presente el respeto y la fe en esta figura espiritual.