El Ave María en hebreo: una melodía eterna que trasciende los siglos, entrelazando gracia y devoción en un cántico celestial de espiritualidad perdurable.
Oración Ave María en hebreo
Shalom lach Miriam
Bruchat ha chesed
Adonai imech.
B’ruchah at ba-nashim,
u-baruch pri bitnech,
Yeshua.
Miriam ha-Kdoshah,
em Eloheinu.
HitpaleliI be’adeinu, ha-chote’im
atah u’vish’at moteinu.
Amen
Significado de la oración Ave María
Explorar esta oración es adentrarse en la profundidad de una oración que trasciende el tiempo, uniendo la gracia celestial con la maternidad divina de María. Adéntrate: Oración atemporal que entrelaza siglos, historia y espiritualidad en un canto celestial de gracia y devoción eterna.
- Llena eres de gracia: Se abre la puerta a la gracia divina, un regalo eterno en la historia de la fe.
- El Señor es contigo: Explora la presencia divina que ha guiado a generaciones, inspirando devoción y fortaleza.
- Bendita tú eres entre todas las mujeres: Honra a María, tejedora de una historia única y sagrada en el tapiz del tiempo.
- Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús: Celebra la centralidad de Jesús, fruto divino que marca un hito en la historia redentora.
- Santa María, Madre de Dios: Reconoce a María como canal de divinidad, un vínculo que trasciende la historia terrenal.
- Ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén: La oración se convierte en faro de esperanza, guía y consuelo a lo largo de las edades.
Así encontramos un puente espiritual que conecta nuestra humanidad con la gracia eterna, guiados por la madre celestial en cada etapa de nuestra vida.