En Acordaios en latín, también llamado ‘Memorare’, confiamos en la Virgen María, seguros de que su intercesión nunca abandona a quienes acuden a ella con fe.
Oración Acordaos en latín
Memorare, O piissima Virgo Maria,
non esse auditum a saeculo,
quemquam ad tua currentem praesidia,
tua implorantem auxilia, tua petentem suffragia,
esse derelictum.
Ego tali animatus confidentia,
ad te, Virgo Virginum, Mater, curro,
ad te venio, coram te gemens peccator assisto.
Noli, Mater Verbi, verba mea despicere,
sed audi propitia et exaudi.
Amen.
Significado de la oración Acordaos
La oración Acordaos nos sumerge en un llamado a la compasión de la Virgen María, buscando su protección y ayuda. Cada palabra refleja la confianza en su intercesión y la certeza de que ningún suplicante ha sido abandonado bajo su amparo.
- «Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!,» Recuerda, oh Virgen María, llena de piedad,
- «que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia, haya sido abandonado.» que nunca se ha escuchado que aquellos que han recurrido a tu protección, buscando tu ayuda, hayan sido abandonados.
- «Animado con esta confianza, a vos también yo acudo, ¡oh Virgen Madre de las vírgenes!,» Animado por esta confianza, también yo me dirijo a ti, oh Virgen Madre de las vírgenes,
- «y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante vos.» y, lamentando bajo el peso de mis pecados, me atrevo a presentarme ante ti.
- «¡Oh María!, Madre de Dios, no despreciéis mis súplicas, antes bien, oídlas propicia y escuchadlas. Amén.» ¡Oh María!, Madre de Dios, no desprecies mis peticiones; más bien, escúchalas favorablemente y atiéndelas. Amén.
Así, en la humildad de nuestros pecados, elevamos nuestras súplicas a la Madre de las vírgenes, confiando en que María, llena de gracia y misericordia, no despreciará nuestras peticiones. Que sus oídos estén siempre abiertos a nuestras necesidades, guiándonos hacia la redención.