2 Tesalonicenses 3

La Segunda Epístola a los Tesalonicenses refleja la preocupación pastoral de Pablo por fortalecer la fe de la iglesia en medio de la persecución y la confusión doctrinal, recordándoles la esperanza en la segunda venida de Cristo y la importancia de la perseverancia en la fe.

Segunda epístola – 2 Tesalonicenses 3

A continuación, se muestra el tercer capítulo de la Segunda Epístola a los Tesalonicenses.

  1. Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros,
  2. y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe.
  3. Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.
  4. Y tenemos confianza respecto a vosotros en el Señor, en que hacéis y haréis lo que os mandamos.
  5. Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.
  6. Pero os mandamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.
  7. Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros,
  8. ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;
  9. no porque no tuviésemos derecho, sino porque quisimos ofrecernos a vosotros como ejemplo para que nos imitaseis.
  10. Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.
  11. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno.
  12. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.
  13. Y vosotros, hermanos, no os canséis de hacer bien.
  14. Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence.
  15. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano.
  16. Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.
  17. La salutación de Pablo por mi propia mano, que es el señal en toda epístola; de esta manera escribo.
  18. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

¿Que nos enseña 2 de Tesalonicenses 3?

El tercer capítulo de la Segunda Epístola a los Tesalonicenses se enfoca en la exhortación de Pablo a la oración por él y por su equipo ministerial. Les pide que oren para que la Palabra del Señor sea glorificada y para ser librados de hombres malos y perversos. También les insta a mantenerse firmes en la fe y a no cansarse de hacer el bien. Pablo les recuerda su ejemplo de trabajo y les insta a apartarse de los que viven desordenadamente. Concluye con una bendición para que el Señor de la paz esté siempre con ellos.

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